La película «Parenostre», dirigida por Manuel Huerga y escrita por Toni Soler, se sumerge en las turbulentas aguas de uno de los escándalos más resonantes de la historia reciente de Cataluña: la confesión de Jordi Pujol, expresidente de la Generalitat entre 1980 y 2003, sobre su delito fiscal. Estrenada el 16 de abril de 2025, esta cinta no solo narra los hechos que rodearon la revelación de una fortuna oculta en cuentas andorranas, sino que también explora las profundas repercusiones de este acto en el legado político de Pujol y en las dinámicas de su familia. Con una mezcla de drama íntimo y reflexión ética, «Parenostre» ofrece una mirada compleja al poder, la corrupción y las tensiones familiares en el contexto del nacionalismo catalán.

El Día que Cambió el Legado de Pujol

La trama de «Parenostre» se desarrolla en torno a un momento pivotal: el 25 de julio de 2014, cuando la familia Pujol recibe la noticia de que el periódico El Mundo está a punto de publicar información sobre su dinero no declarado en Andorra. Este evento desencadena una serie de confesiones, tensiones y decisiones que exponen las fisuras de una familia que, durante décadas, fue símbolo de la Cataluña moderna. La película utiliza este día como un eje narrativo para diseccionar cómo Pujol, una figura venerada como el «pare nostre» (padre nuestro) del pueblo catalán, vio derrumbarse su imagen pública tras admitir que había evadido impuestos durante años. A través de flashbacks y diálogos intensos, el film teje una historia que va más allá del escándalo fiscal, adentrándose en las contradicciones de un hombre cuya obsesión por el poder y el legado familiar terminó traicionándolo.

Rostros que Dan Vida a una Familia Compleja

El peso interpretativo de «Parenostre» recae en un elenco de actores destacados, liderado por Josep Maria Pou, quien encarna a Jordi Pujol con una presencia magnética. A pesar de las notables diferencias físicas —Pou, con su imponente estatura, contrasta con la figura más menuda de Pujol—, el actor logra capturar la esencia de un líder carismático, pero profundamente humano, cuya caída resulta tan trágica como inevitable. Junto a él, Carme Sansa interpreta a Marta Ferrusola, la esposa de Pujol, aportando una mezcla de fortaleza y vulnerabilidad que enriquece la dinámica familiar. El reparto se completa con nombres como Pere Arquillué, David Selvas, Sílvia Abril, Lluís Soler, Alberto San Juan y Antonio Dechent, quienes dan vida a los hijos y allegados de la familia Pujol, así como a figuras del entorno político y mediático. Cada interpretación contribuye a construir un retrato coral de una familia atrapada entre la lealtad y el peso de sus secretos.

Una Producción con Ambición Histórica

«Parenostre» es una coproducción de Minoria Absoluta, Lastor Media, Vilaüt Films y Last Minute AIE, cuatro entidades que han unido fuerzas para llevar esta historia a la pantalla. Aunque no se ha hecho público el costo total de la película, la calidad del elenco, la dirección de Manuel Huerga y la ambición temática sugieren una inversión significativa. La ausencia de datos concretos sobre el presupuesto podría atribuirse a la naturaleza sensible del tema o a una estrategia deliberada para no desviar la atención del contenido narrativo. Sin embargo, el alcance de la producción —que incluye una cuidada recreación de ambientes y una banda sonora evocadora— indica que no se escatimaron recursos para plasmar esta visión.

El objetivo de la película, según el guionista Toni Soler, es claro y ambicioso: explorar las complejidades del legado de Jordi Pujol y las consecuencias de sus acciones en un contexto histórico y político aún fresco en la memoria colectiva. Soler ha descrito el film como «valiente» y sin temor a las polémicas, buscando mostrar «todos los ángulos» de la historia: desde la corrupción sistémica hasta el debate sobre la independencia catalana, pasando por el balance del pujolismo y las luces y sombras de la biografía de Pujol y su familia. En palabras de Soler, «Parenostre» no pretende ser un juicio, sino una herramienta para explicar unos hechos recientes que aún resuenan en la sociedad catalana y española.

Elogios y Reservas

La recepción crítica de «Parenostre» ha sido diversa, reflejando tanto su audacia como sus limitaciones. Por un lado, la actuación de Josep Maria Pou ha sido ampliamente elogiada. Un crítico destacó su interpretación como «magistral», subrayando cómo logra «encarnar a Pujol desde dentro, mostrando sus contradicciones con una intensidad que trasciende las diferencias físicas». El guion de Toni Soler también ha recibido aplausos por su valentía al abordar un tema tan espinoso, con una narrativa que combina el biopic tradicional con una reflexión ética sobre el poder y la moralidad.

Sin embargo, no todas las reseñas son positivas. Algunos críticos han señalado carencias técnicas que afectan la experiencia. Uno de ellos describió la película como «interesante de ver y de analizar, pero no necesariamente buena», apuntando a una «estética digital acartonada» que traiciona sus intenciones. Otros han criticado la fotografía descolorida y los saltos a flashbacks, que en ocasiones rompen la inmersión. A pesar de estas reservas, hay consenso en que «Parenostre» es una obra singular, capaz de generar debate y reflexión, aunque no siempre alcance la excelencia cinematográfica.

La Familia Pujol: Silencio y Debate Público

No existen declaraciones directas de la familia Pujol sobre «Parenostre» en los datos disponibles, lo que podría interpretarse como una decisión deliberada de mantenerse al margen o como una señal de incomodidad ante la exposición pública de su historia. Sin embargo, el impacto de la película no ha pasado desapercibido. El estreno desató un intenso debate en redes sociales, con opiniones divididas que reflejan la polarización en torno al legado de Pujol. Algunos usuarios la celebraron como un «ejercicio necesario de memoria histórica», mientras que otros, especialmente desde sectores independentistas, la acusaron de ser un «ataque al nacionalismo catalán» y una herramienta para desprestigiar el movimiento soberanista. Esta controversia indirecta sugiere que, aunque la familia no haya hablado públicamente, la película ha tocado fibras sensibles en su entorno y en la sociedad catalana en general.

Una Obra Imperfecta pero Relevante

«Parenostre» no es una película perfecta. Sus imperfecciones técnicas —como la estética digital y ciertas decisiones narrativas— impiden que alcance todo su potencial. Sin embargo, su valor reside en su capacidad para abrir una conversación necesaria sobre Jordi Pujol, un hombre cuya vida pública y privada se entrelazaron de manera inseparable con la historia de Cataluña. La actuación sobresaliente de Josep Maria Pou, junto con la audacia del guion de Toni Soler, convierten a esta cinta en un retrato ambivalente de la caída de un ícono. Más allá de sus méritos cinematográficos, «Parenostre» destaca por su relevancia histórica y su valentía al enfrentar un tema que sigue dividiendo opiniones. En un momento en que la memoria política sigue siendo un terreno disputado, esta película ofrece un espejo incómodo pero imprescindible.

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Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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